Panamá agregó este viernes 1,093 nuevos casos y cinco defunciones por COVID-19, que elevaron a 398,820 los contagios confirmados y a 6,505 las muertes acumuladas en más de 15 meses de pandemia.
Hay 95 pacientes hospitalizados en unidades de cuidados intensivos (UCI) y 513 en sala general, mientras que 10,680 están aislados en sus casas y 365 en hoteles, para un total de 11.653 casos activos de la enfermedad.
Desde que se registró el primer caso de COVID-19 el 9 de marzo de 2020 un total de 380,662 pacientes se han recuperado de la enfermedad, que en Panamá tiene una tasa de letalidad del 1.6%, de las más bajas de la región.
En la últimas 24 horas se aplicaron 12,704 pruebas para detectar el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que causa el COVID-19, que arrojaron una positividad del 8.6%, agregó el informe diario del Ministerio de Salud (Minsa).
Las autoridades sanitarias han implantando en las últimas semanas restricciones a la movilidad durante la noche y los domingos a raíz de que el país entró en una tercera ola pandémica, que se espera sea más leve que las dos primeras dado el avance de la vacunación.
Desde el pasado 20 de enero, cuando comenzó el plan nacional de inmunización, hasta este viernes se han aplicado 1,485,288 dosis de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca.
Panamá, un país de 4.28 millones de habitantes, ha recibido hasta ahora un total de 1,812,280 dosis de vacuna, 1,293,880 de Pfizer y 518,400 de AstraZeneca, sus únicos proveedores de momento.
La vacuna de Pfizer a grupos prioritarios, entre ellos mayores de 60 años, personas con enfermedades crónicas y embarazadas, y la AstraZeneca a hombres y mujeres mayores de 30 años que se inscriban voluntariamente en un registro.
