El martes pasado hubo despliegue de fuegos artificiales en la bahía de Nueva York, ordenados por el gobernador Andrew Cuomo.
Era el día en el que el estado certificaba que superaba el umbral del 70% de adultos con al menos una dosis de la vacuna, un hito que permitía el levantamiento de la gran mayoría de las restricciones por covid.
La celebración era en todo el estado, pero tenía un significado especial en la ciudad que le da nombre, convertida los meses de marzo y abril del año pasado en el epicentro mundial de la pandemia.