Más o menos vistosa sobre el terreno de juego, la Brasil de Tite es una selección fiable. El técnico de la canarinha confía en las decisiones que toma, y el respaldo de los jugadores en lo que ha no hace más que reafirmar que aquello por lo que apuesta está correspondido sobre el verde. Aquellos que son convocados por la verdeamarelha no rehuyen del trabajo de Tite, complementando lo necesario para que sea un combinado competitivo.
Entre las decisiones de Tite, una que ha tomado gran importancia ha sido la de elegir los acompañantes de Neymar en el ataque. No sin pruebas pero si haciéndose con el puesto poco a poco, Richarlison y Gabriel Jesús han sido los nombres que más fuerza han ido ganando en las formaciones de Brasil. La única peculiaridad en todo esto es el rol que ejercen cada uno dentro de la selección. El del Everton parte como delantero «único» y el del Manchester City se ha adaptado a partir desde la banda derecha.
Dos roles menos habituales
En beneficio de Neymar y para potenciar ciertos aspectos de Brasil, Richarlison y Gabriel Jesús han variado el juego en su selección con respecto a sus clubes. El primero, ejerciendo como punta en solitario, ayuda a Brasil a estirarse al espacio, moviéndose por el frente de ataque y cayendo a la banda izquierda. Además, es un elemento de peso al momento de cargar el área rival, algo que ha mejorado en las últimas temporadas. El segundo, por su parte, se ha asentado con Tite en la banda derecha. Algo menos habitual en él pero que aún así permite a Brasil tener una pieza muy activa en el costado, sin interrumpir su capacidad para pisar área y también dando la posibilidad a su forma de zafarse de los rivales cuando se acerca a la portería rival. Además de esto, ambos jugadores son agresivos sin la pelota, no escatimando en esfuerzos para presionar o buscar el robo.
A su manera y sin atesorar el mismo talento que el ’10’ de Sao Paulo, ambos rellenan ofensivamente a la verdeamarelha. Algo que hace que las cosas fluyan en la selección de Tite de la mejor forma posible. Y pese a que es algo que no siempre consiguen en ataque, con estos futbolistas el técnico brasileño si busca llegar a la eficacia, haciendo que tome acto de presencia y dando a Neymar el mejor contexto posible para que saque su magia a relucir sobre el césped, haciendo y deshaciendo para beneficiar a sus compañeros en ataque.
