Por el avance de la variante Delta del coronavirus, el primer ministro británico, Boris Johnson, tomó la decisión de posponer el levantamiento de la última etapa del desconfinamiento en Reino Unido, siguiendo el consejo de sus asesores científicos. Este lunes por la tarde sería el anuncio de Johnson, que lo tuvo de anfitrión de la cumbre del G7 que finalizó el domingo.
La última etapa del desconfinamiento incluía la reapertura de las discotecas y la autorización para que las salas de espectáculos operen a plena capacidad. Estaba previsto que esto suceda el 21 de junio, pero según los medios ingleses, el levantamiento se retrasará cuatro semanas, hasta el 19 de julio.
Un retraso enfurecería a buena parte de los diputados del Partido Conservador de Johnson y supondría un enorme revés para muchas empresas, especialmente en el sector de la hostelería, que esperaban una reapertura completa al principio del verano para compensar las pérdidas sufridas con los sucesivos confinamientos en Inglaterra desde marzo de 2020.
Pero el primer ministro advirtió el sábado de que la propagación en el Reino Unido de la variante Delta, inicialmente identificada en India, es «muy preocupante». Un 60% más contagiosa que la variante Alfa surgida en Inglaterra en diciembre, esta cepa es ahora dominante en el Reino Unido, país más afectado de Europa por la pandemia con cerca de 128.000 muertos, informó AFP.
Tras un largo confinamiento invernal, el gobierno ha ido flexibilizando muy gradualmente las restricciones. Pero el levantamiento de las últimas medidas, previsto para la próxima semana, se ve amenazado por el reciente aumento de los contagios, que superan los 7.000 nuevos casos diarios.
Retrasar la última etapa, prolongando entre otras cosas la consigna de trabajar desde casa, permitiría completar la vacunas de más británicos para protegerlos contra síntomas graves, hospitalización y muerte. Más de 41,5 millones de personas, es decir, casi el 79% de la población adulta, ya han recibido la primera dosis de una vacuna del covid-19 y 29,8 millones de personas, 56,6% de los adultos, las dos dosis necesarias.
