Partidos minoritarios de Honduras, aseguran que el poder de las mesas electorales receptoras, está concentrado en un puñado de políticos,
y no de todos los partidos políticos que irán a la contienda electoral en noviembre a elecciones generales.
La nueva ley electoral dispone que el 92 % de las credenciales se distribuirá entre el Partido Nacional, Partido Liberal y el Partido Libertad y Refundación,
y el 8 % restante se repartirá entre los partidos pequeños o los llamados partidos de maletín y las candidaturas independientes.
Los partidos pequeños argumentan que con esta ley electoral solo privilegia a la clase política tradicional, y que conllevará a cuatro años mas de los mismos y
cuatro años mas de corrupción plagada en el país.
Para el analista político, Isaías Zelaya, deberían de irse fuera todos los políticos actuales y los promotores de la nueva ley electoral,
ya que son parásitos que tienen destruidos y divididos a los hondureños.
Se espera que con la nueva ley electoral se frene la venta de credenciales, pero para el analista, Isaías Zelaya, la venta de credenciales entre los partidos.