El presidente Biden ordenó a las agencias gubernamentales que se preparen para los choques relacionados con el clima en la economía, ya que la escalada de desastres amenaza los precios de las viviendas, el valor de los fondos de jubilación e incluso la estabilidad del sistema financiero mundial.
La orden ejecutiva firmada el jueves es la última indicación de cómo el cambio climático, una vez descartado como una amenaza lejana, ya está complicando la vida de los estadounidenses. Sigue un informe de la semana pasada de la Agencia de Protección Ambiental, que mostró que el calentamiento global ahora se siente en los Estados Unidos en forma de más olas de calor, incendios forestales, inundaciones y otros desastres.
El nuevo impulso de Biden aborda los riesgos que los desastres podrían representar para los consumidores, las empresas, los inversores y el propio gobierno.
Los expertos advierten sobre dos grandes tipos de riesgo financiero que plantea un planeta más cálido: el costo creciente para las empresas y los inversores a medida que los desastres relacionados con el clima dañan o destruyen edificios, cultivos o cadenas de suministro; y la posibilidad de una caída repentina en el valor de las empresas que dependen de los combustibles fósiles, ya que los gobiernos o los consumidores adoptan la energía eólica, solar y otras fuentes de energía que no producen las emisiones de carbono que provocan el calentamiento global.