La mamá de nombre Emma Brand, descubrió que su hija Felicity, de 3 años, comía gusanos a escondidas. Por increíble que parezca, en lugar de negarlo, la pequeña fue quien se lo confesó delante de una cámara que grabó el momento.
Los gusanos que la menor había probado los agarró de un comedero que su madre había colocado en su jardín para los pájaros. Lo que nunca pensó la oficial de policía era que su hija se pudiera sentir atraída por el supuesto manjar.
De hecho, según pudo averiguar Emma, todo empezó como una apuesta en la que participaron su sobrino Jacob, de 6 años, y su amigo Josh, de 5, y terminó con los tres menores coincidiendo en que los gusanos estaban tan buenos que siguieron comiendo.
Los niños dijeron que les gustó mucho el sabor y la textura. Incluso los compararon con papas fritas, publica Caters.