Keir Starmer, jefe del Partido Laborista, principal formación de la oposición en el Reino Unido, anunció el domingo una reestructuración de su «gabinete fantasma», es decir de los puestos clave de su grupo, tras el fracaso en las elecciones locales del jueves.
Tras la derrota en ciertas circunscripciones, Starmer declaró que «estaba impaciente por trabajar con nuestro nuevo equipo para superar este desafío, aportar este cambio y construir el ambicioso programa que dará nacimiento al próximo gobierno laborista».