Los organizadores marcaron 100 días hasta el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio el miércoles con una ceremonia moderada en medio de restricciones más estrictas y crecientes preguntas sobre el evento mientras Japón sufre otra oleada de infecciones por coronavirus.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, prometió que los funcionarios harían todo lo posible para ofrecer un «torneo memorable». Con una máscara y guantes, reveló estatuas de las mascotas olímpicas dentro de la sede del gobierno de Tokio, mientras que un enlace de video mostraba a otro grupo de funcionarios develando un monumento de los anillos olímpicos en lo alto del monte Takao, cubierto de niebla, a 30 millas al oeste de la capital.
Pero partes de Tokio y otros municipios permanecen bajo un cuasi estado de emergencia ordenado la semana pasada para detener lo que los funcionarios describen como la cuarta ola de infecciones de Japón. Japón ha registrado casi 3.200 infecciones al día durante la última semana, según una base de datos del New York Times, pocas para los estándares de Estados Unidos y Europa, pero una cifra preocupantemente alta para Asia.
La nación anfitriona también está rezagada en cuanto a vacunas: las vacunas para los de 65 años recién comenzaron el lunes. Hasta ahora, Japón ha inoculado solo a los trabajadores médicos de primera línea, que representan menos del 1 por ciento de la población, y estará lejos de estar completamente vacunado para el 23 de julio, cuando los Juegos están programados para comenzar.
