Tile se la ven los empleados de la morgue capitalina, pues los cuartos fríos donde se depositan los cadáveres se dañaron y el olor que emana en ese lugar y alrededores es retumbante.
Dicha situación atenta contra la buena salud de los empleados, quienes podrían paralizar sus labores si es que esta situación no se solvente.
«Este olor no se aguanta», dijo asqueada una ciudadana que hacía trámites en la morgue y se tuvo que aguantar el olor fétido.