Varios detectores del proyecto Smart de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa, conocida como red SWEMN, por sus siglas en inglés, registraron este jueves a las 23:05 (hora local) el paso de una bola de fuego a una velocidad aproximada de 72.000 kilómetros por hora que alumbró el cielo nocturno del centro de España.
El fenómeno luminoso se produjo después de que una roca procedente de un asteroide atravesara la atmósfera y se volviera incandescente a una altura de unos 92 kilómetros, al rozar bruscamente con el aire. Esto, a su vez, generó tanta luz que el bólido de fuego pudo verse desde más de 500 kilómetros de distancia, según lo analizó el científico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
La bola de fuego continuó en dirección noroeste y se apagó a una altitud de unos 43 kilómetros sobre la localidad toledana de Oropesa después de recorrer unos 64 kilómetros en la atmósfera.
