A inicios de los Ochentas Hernán Jacobo Lagos Paredes era un flaco mozalbete soñador que realizaba sus estudios en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Venía de sus años de colegio y ya comenzaban a descollar con su música los icónicos Michael Jackson y Madona.
Eran aquellos hermosos tiempos en que en las radioemisoras sonaban preferentemente las baladas en inglés, pero también era la época de los grandes enfrentamientos políticos en el mundo, especialmente en Centro América, que estaba sumergida en una dicotómica guerra política.
Pese a ello, Jacobo Lagos ya soñaba con tener su propia empresa cuando recorría el adusto Edificio 3 de la Facultad de Economía en la UNAH para recibir clases de Microeconomía con el profesor Agüero o de Estadísticas con la maestra Nufio.
En los Noventas, cuando suenan en las radios los temas de Rock en Español, Jacobo ya con su título en mano, acumula experiencia, conocimientos en un posgrado en Desarrollo y ahorros, siempre con la mente puesta en aquella meta que se impuso cuando egresaba de la secundaria.
Al inicio del nuevo siglo (Junio del año 2,000) Hernán Jacobo, ya con cierta experiencia profesional y muchos viajes acumulados a New York, decide arriesgar y funda en Tegucigalpa la empresa consultora CONFÍE, un emprendimiento largamente soñado y que nacía con la idea de integrar soluciones financieras para sus clientes del sector gobierno, cooperantes y empresa privada.
Hoy, 21 años después de su fundación y de su mano gerencial, el esfuerzo dio sus frutos y CONFÍE sigue integrando soluciones para muchos más clientes, incluso empresas de la región centroamericana. CONFÍE se ha diversificado en cobertura geográfica, en recurso humano con un gran staff de profesionales y en los servicios que ofrece con estudios de mercado, estudios de línea base, rescates financieros y diseño de proyectos de alto impacto en el sector social de la economía.
Hoy CONFÍE es la muestra de ese sendero recorrido con todo el esfuerzo posible por entregar servicios de excelencia, con altas y bajas, con aprendizajes y experiencias invaluables y con la satisfacción del cumplimiento de una meta personal construida para aportar al desarrollo de Honduras y de la región. Sin duda alguna, Hernán Jacobo Lagos ha demostrado con su trayectoria empresarial que también existe el «sueño hondureño» de alcanzar la meta con esfuerzo y disciplina para superar cualquier obstáculo que se ponga en el camino.
Escrito por ADN Empresarial
