En la terminal de buses de la Residencial Honduras-Kennedy-Cerro Grande fue dejado un teléfono extorsivo.
Los transportistas de este punto de buses huyeron despavoridos, a manera de salvar sus vidas, pues constantemente viven en tensión por el mal llamado impuesto de guerra.
Por hoy, se suspende el servicio de transporte en la zona, hasta que las autoridades actúen y busquen el origen y objetivo del teléfono extorsivo.