Un estudio muestra un gran aumento de la presencia del SARS-CoV-2 en las aguas residuales de gran parte de Grecia, especialmente significativo en la isla de Creta y Atenas, mientras el Gobierno se plantea la salida gradual del confinamiento que lleva en vigor cuatro meses y medio.
El estudio realizado por la Red Nacional de Epidemiología en Aguas Residuales muestra que durante la semana del 8 al 14 de marzo la carga viral en las aguas de la región capitalina de Ática, donde vive casi la mitad de la población del país, aumentó un 87 % en comparación con la semana anterior.
La mayor subida se registró en la ciudad de La Canea, en el noroeste de la isla de Creta, con un aumento del 1 000%, seguida de Ágios Nikolaos, también en la isla de Creta, donde la presencia del SARS-CoV-2 creció un 695%. Estos estudios son una herramienta de detección temprana de las tendencias epidemiológicas y parecen confirmar que Grecia aún no ha alcanzado el pico de la actual ola de contagios de covid-19.
En la ultima jornada Grecia registró 1 533 nuevos contagios con un número de pruebas analizadas muy por debajo de lo habitual, mientras las camas ocupadas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) están en su punto más alto de 2021 y cerca de alcanzar el récord anterior de toda la pandemia.
La saturación de las UCI es una de las mayores preocupaciones del Gobierno, que está intentando reforzar la sanidad con la ayuda del sector privado y en las últimas horas ha evacuado un hospital de la Cruz Roja para dedicarlo exclusivamente a pacientes de covid.
A pesar de todo, el Gobierno ha pedido al comité de expertos que le asesora que se reúna para considerar un plan de levantamiento gradual de las restricciones que llevan en pie desde comienzos de noviembre y que alivie tanto el cansancio de la población como su efecto sobre la economía. La esperanza está puesta en la campaña de vacunación, que el Gobierno espera que incluya a la población general en junio.
El próximo viernes se abre la plataforma para dar cita de vacunación a los ciudadanos con enfermedades de alto riesgo, entre las que se incluyen aquellos receptores de trasplantes de órganos o que estén en la lista de espera de trasplantes, personas en tratamiento por cáncer o que tengan insuficiencia renal, enfermedades respiratorias crónicas, cardíacas y hepáticas graves, enfermedades autoinmunes, entre otros.
Además, la próxima semana se comenzará a dar cita de vacunación a las personas de entre 70 y 74 años y el Gobierno prevé empezar a vacunar a principios de abril a aquellos de entre 65 y 69 años. Hasta ahora Grecia está vacunando al personal sanitario, las personas mayores de 75 años y, con la vacuna de AstraZeneca, a aquellos de entre 60 y 64 años.
Según los últimos datos en Grecia se han administrado 1 316 554 vacunas y el 3,8 % de sus 11 millones de habitantes ha recibido las dos dosis.
