Una mujer le cortó la cabeza a la niña que cuidaba y posteriormente, salió a la vía pública con los restos en la mano; la asesina Gyulchekhra “N” de 43 años, amenazó a los policías mientras llevaba la cabeza ensangrentada por la calle.
Un tribunal local dictaminó que la fémina, padeció una enfermedad mental y debería estar encerrada en un pabellón psiquiátrico de máxima seguridad.
Se supone que tras un largo periodo de tratamientos, los médicos lograron curar el “trastorno psiquiátrico crónico” que la llevó a matar a la menor y a exhibir su cabeza. El plan de liberarla, provocó una reacción negativa y los críticos cuestionaron si la niñera, representa un riesgo para la sociedad.
Las imágenes del horrible incidente la mostraron agarrando la cabeza cortada y tirándose al suelo, cuando la sometieron agentes de policía y transeúntes.
“Soy una terrorista”, gritó la mujer al momento del brutal crimen y afirmó que quería vengar los atentados con bomba de Vladimir Putin en Siria.
A raíz del asesinato, los padres de la niña impugnaron la decisión de los tribunales; la imputada vivió con la familia durante varios años enferma y exigieron que se llevara a cabo un juicio adecuado.