A pocas de que salga al aire la entrevista con Oprah Winfrey, la esposa del príncipe Harry enfrentas nuevas acusaciones de acoso y maltrato laboral. La duquesa de Sussex “se volvió loca” con su asistente personal porque compró mantas del color incorrecto para una fiesta. No mucho después de haberse comprometido con el nieto de la reina Isabel II, Meghan Markle organizó una reunión en Sandringham para los amigos de su prometido.
La duquesa quería mantas rojas personalizadas bordadas para cada invitado, y le dijo a Melissa Touabti que las consiguiera. “Cuando llegaron, no eran del tono de rojo adecuado para Meghan y se volvió loca con Melissa”, dijo una fuente al tabloide Sunday Times.
Las nuevas revelaciones se producen después de que los asesores del Palacio de Buckingham señalaran que la entrevista de los Sussex con Winfrey es un “espectáculo secundario” que no afectará al pueblo británico en medio de preocupaciones más apremiantes por la pandemia y la salud del duque de Edimburgo, que sigue hospitalizado.
“El lunes, la mayoría de la gente en Gran Bretaña estará pensando en volver a las escuelas, en vacunarse y, en el Palacio en particular, esperando con ansias que el duque de Edimburgo salga del hospital. Esto es solo un espectáculo secundario”, dijeron.
Funcionarios del Palacio han revelado al tabloide Daily Mail que Isabel II no mirara la entrevista y que se niega a dejarse arrastrar en el “circo” de los Sussex, después de las acusaciones de un presunto abuso de poder de la duquesa con algunos trabajadores.