Una familia entera de escasos recursos contrajo el covid-19 y al no contar con seguridad social ni dinero para atenciones médicas propicias, los cuatro integrantes han estado confinados en su domicilio las últimas dos semanas.
El poco dinero ahorrado se acabó entre medicamentos y alimentos, principalmente, para los dos menores, de 8 años y 9 meses de edad; ante la desesperación, los padres decidieron colocar cartulinas en su ventana para solicitar el apoyo de los vecinos.
Sólo pasaron unas horas para que los habitantes de la Unidad Habitacional «El Cariño» cobijaron a la familia Rosete Guzmán.
Los apoyos en despensa y medicinas comenzó a llegar. Ausencio Rosete, de 42 años de edad, es de oficio albañil, un empleo afectado desde hace meses por la pandemia y que, tras el contagio, impidió que obtuviera ingresos para la familia.
Al no contar con seguridad social tuvo que confinarse en casa. Cuatro días después, Cristina Guzmán, ama de casa de 27 años, comenzó a presentar síntomas propios de covid-19, y tres días posteriores, la pequeña Matilda resultó infectada.
Hasta el momento, ninguna de ellas ha recibido la atención médica necesaria, por lo que la preocupación aumenta.
«Todavía estamos encerrados, precisamente por eso, por no contagiar a la demás gente, y como no tenemos el apoyo de ningún médico que nos venga a checar repentinamente, por eso pido el apoyo, porque no ha venido ni un médico a valorarnos», declaró Cristina.
Hasta el momento, Jonathan, de 8 años de edad, solo ha presentado escurrimiento nasal, pero sus padres temen por el contagio del virus. Iván Vargas, juez de Paz en el Rancho «El Cariño» se ha encargado de convocar a los vecinos y de acercar este caso a las autoridades municipales, quienes solo apoyaron con una despensa y medicamentos básicos. «No es suficiente, por eso hemos visto la forma.
Cuando se subió a los medios, la gente ha sido accesible, nos apoyó y se unió a nosotros para apoyar a toda la familia. Hasta ahorita ya les compramos el gas, les compramos cositas y despensa para que subsistan, también estamos buscando los medios para donarles muebles», relató el Juez de Paz local.
En estos momentos lo que más urge a la familia Rosete Guzmán es atención médica, una valoración de los menores y el tratamiento indicando para Cristina.
El apoyo a la sociedad en general sigue latente, lo que más se necesita es dinero para el pago de la renta, de alimentos y medicamentos, así como pañales para la pequeña Matilda. Hasta el 9 de febrero, la Secretaría de Salud del estado tenía el registro de 8 casos activos en Chignahuapan y lamentablemente, 45 decesos por el covid-19; sin embargo, el relajamiento social en las medidas sanitarias es alarmante. [Cortesía Milenio]
