“Nuestra humanidad padece actualmente la fiebre de ideologías, de violencia y del sin sentido, cuánta fiebre padece nuestra sociedad que nos hace observar con indiferencia los millones de hambrientos en el mundo, la violencia de las guerras y esas estructuras injustas que hunden a tantos pobres en la marginación”, expreso el sacerdote Carlo Magno.
“Vivimos en una sociedad que está postrada, enferma y empobrecida, ciertamente sólo podemos ser curados de nuestra fiebre, cuando una mano amiga se posa sobre nosotros, nos toca y nuestra fiebre se calma” apuntó al tiempo que preguntó “¿no es la presencia del Señor en nuestras vidas?”.
«Cuánta fiebre padece nuestra sociedad que nos hace observar con indiferencia los millones de hambrientos en el mundo, la violencia de las guerras y esas estructuras injustas que hunden a tantos pobres en la marginación».
En la homilía centrada en el evangelio, según San Marcos, Núñez, se refirió a la resurrección, es decir pasar de la muerte a la vida, es que Jesús es don de vida y restaura lo que está enfermo en nosotros, por eso dice que se le pasó la fiebre y comenzó a servirles.
Añadió que no podría ser que esa fiebre fuera algo desproporcionado que la incapacitaba para vivir y para amar, en esa fiebre no están representadas nuestras facultades personales que nos impide amar de verdad. “Ciertamente sólo podemos ser curados de nuestra fiebre, cuando una mano amiga se posa sobre nosotros, nos toca y nuestra fiebre se calma” apuntó al tiempo que preguntó “¿no es la presencia del Señor en nuestras vidas?”.
“Vivimos en una sociedad que como la suegra de Simón, está postrada, una humanidad que se siente también enferma, empobrecida y hambrienta”,concluyó el clérigo.