Miles de personas participaron el domingo en el funeral de un prominente rabino en Jerusalén en violación de las regulaciones del coronavirus, ya que las fuerzas policiales no estaban a la vista.
El rabino Meshulam Dovid Soloveitchik, quien encabezó las yeshivas Brisk en la capital, murió el sábado de coronavirus a la edad de 99 años. Era miembro de una dinastía rabínica respetada y venerado por todas las facciones haredi.
La procesión fúnebre recorrió las calles de Jerusalén en la última muestra de la negativa de los israelíes ultraortodoxos a respetar las restricciones del coronavirus. La policía estimó que más de 10,000 personas se unieron a la procesión y dijeron que habían emitido docenas de multas por no cumplir con las reglas de cierre.Los oficiales de policía dijeron anteriormente que estaban en conversaciones con líderes religiosos en un esfuerzo por detener la participación masiva en la procesión fúnebre, que no pareció dar ningún resultado.
Multitudes densamente apiñadas de personas se reunieron frente a la casa del rabino, ignorando las restricciones sobre reuniones al aire libre de más de 10 personas. Muchos no usaban máscaras. Miles de asistentes al funeral ultraortodoxos vestidos de negro pasaron junto a la entrada principal de la ciudad hacia el cementerio donde estaba enterrado Soloveitchik.
Los oficiales de policía, por su parte, dijeron que las violaciones a las normas de salud son frecuentes en todos los sectores del público. Afirmaron que durante el fin de semana pasado, se registraron violaciones de encierro en Jerusalén y Tel Aviv, donde una mujer que se confirmó que había contraído COVID-19 organizó una fiesta en casa.Un número desproporcionado de casos de coronavirus en Israel se encuentra dentro de la minoría ultraortodoxa. La comunidad estrictamente religiosa, que representa alrededor del 11% de los 9,2 millones de habitantes de Israel, ha representado alrededor del 40% de los nuevos casos.
Miles asisten al funeral del rabino en Jerusalén, desobedeciendo las reglas del virus
La policía dice que más de 10,000 personas se unieron a la procesión del rabino Meshulam Dovid Soloveitchik, quien murió el sábado por coronavirus a los 99 años; la policía afirmó haber emitido decenas de multas a pesar de no haber dispersado a la multitud
Kobi Nahshoni,Gilad Cohen|Actualizado: 01.31.21, 15:02
Miles de personas participaron el domingo en el funeral de un prominente rabino en Jerusalén en violación de las regulaciones del coronavirus, ya que las fuerzas policiales no estaban a la vista.Siga a Ynetnews en Facebook y TwitterEl rabino Meshulam Dovid Soloveitchik, quien encabezó las yeshivas Brisk en la capital, murió el sábado de coronavirus a la edad de 99 años. Era miembro de una dinastía rabínica respetada y venerado por todas las facciones haredi.
Anunciohttps://b0a1921ad3ec6557cc37d9a1a36160a8.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.htmlLa procesión fúnebre recorrió las calles de Jerusalén en la última muestra de la negativa de los israelíes ultraortodoxos a respetar las restricciones del coronavirus. La policía estimó que más de 10,000 personas se unieron a la procesión y dijeron que habían emitido docenas de multas por no cumplir con las reglas de cierre.Los oficiales de policía dijeron anteriormente que estaban en conversaciones con líderes religiosos en un esfuerzo por detener la participación masiva en la procesión fúnebre, que no pareció dar ningún resultado.
Multitudes densamente apiñadas de personas se reunieron frente a la casa del rabino, ignorando las restricciones sobre reuniones al aire libre de más de 10 personas. Muchos no usaban máscaras. Miles de asistentes al funeral ultraortodoxos vestidos de negro pasaron junto a la entrada principal de la ciudad hacia el cementerio donde estaba enterrado Soloveitchik.Anunciohttps://b0a1921ad3ec6557cc37d9a1a36160a8.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.htmlUn puñado de agentes de policía bloquearon las intersecciones al tráfico para permitir el paso de los participantes, pero al parecer no tomaron ninguna medida para evitar la reunión ilegal.
Los oficiales de policía, por su parte, dijeron que las violaciones a las normas de salud son frecuentes en todos los sectores del público. Afirmaron que durante el fin de semana pasado, se registraron violaciones de encierro en Jerusalén y Tel Aviv, donde una mujer que se confirmó que había contraído COVID-19 organizó una fiesta en casa.Un número desproporcionado de casos de coronavirus en Israel se encuentra dentro de la minoría ultraortodoxa. La comunidad estrictamente religiosa, que representa alrededor del 11% de los 9,2 millones de habitantes de Israel, ha representado alrededor del 40% de los nuevos casos.AnuncioAlgunos en los últimos días también han celebrado eventos masivos, celebrando bodas y celebrando la corte de su rebaño, todos con multitudes que en su mayoría estaban sin máscaras o distanciamiento social.La semana pasada, los alborotadores haredi se enfrentaron con la policía e incendiaron un autobús urbano con el conductor y cinco pasajeros que huían para salvar sus vidas.
Muchas sectas ultraortodoxas también han mantenido abiertas las escuelas, seminarios y sinagogas en violación de las restricciones de cierre que han cerrado escuelas y muchos negocios en otras partes del país. Los líderes ultraortodoxos dicen que han sido señalados injustamente y argumentan que el público secular del país no comprende la importancia de las oraciones públicas y los estudios religiosos en su comunidad. Afirman que los delincuentes son una pequeña parte de su comunidad diversa y culpan a las condiciones de vida hacinadas por el brote.
