CDMX.- Investigadores de la Universidad de Yale (Estados Unidos) han ideado una manera de mirar en los cerebros de dos personas al mismo tiempo mientras discuten. Lo que encontraron no sorprenderá a nadie que se haya encontrado discutiendo sobre política o temas sociales controvertidos.
Cuando dos personas están de acuerdo, sus cerebros exhiben una tranquila sincronicidad de actividad centrada en áreas sensoriales del cerebro. Sin embargo, cuando no están de acuerdo, muchas otras regiones del cerebro involucradas en funciones cognitivas superiores se movilizan mientras cada individuo combate el argumento del otro.
Todo nuestro cerebro es una red de procesamiento social. Sin embargo, se necesita mucho más espacio en el cerebro para estar en desacuerdo que para estar de acuerdo», explican los responsables de esta investigación.
Para el estudio, los investigadores de Yale y del University College London (Reino Unido) reclutaron a 38 adultos a los que se les pidió que dijeran si estaban de acuerdo o en desacuerdo con una serie de afirmaciones como «el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho civil» o «la marihuana debería ser legalizada». Tras emparejar los pares en función de sus respuestas, los investigadores utilizaron una tecnología de diagnóstico por imágenes denominada espectroscopia funcional en el infrarrojo cercano para registrar su actividad cerebral mientras discutían cara a cara.
Cuando las personas estaban de acuerdo, la actividad cerebral era armoniosa y tendía a concentrarse en áreas sensoriales del cerebro como el sistema visual, presumiblemente en respuesta a las indicaciones sociales de su pareja. Sin embargo, durante las disputas estas áreas del cerebro eran menos activas. Mientras tanto, la actividad aumentaba en los lóbulos frontales del cerebro, sede de las funciones ejecutivas de orden superior. «Hay una sincronicidad entre los cerebros cuando estamos de acuerdo. Pero cuando no estamos de acuerdo, el acoplamiento neural se desconecta», señalan.
Entender cómo funcionan nuestros cerebros mientras estamos en desacuerdo o de acuerdo es particularmente importante en un entorno político polarizado. En la discordia, dos cerebros involucran muchos recursos emocionales y cognitivos «como una orquesta sinfónica tocando música diferente». En acuerdo, «hay menos compromiso cognitivo y más interacción social entre los cerebros de los hablantes, similar a un dúo musical».