La Cámara está lista para votar el martes por la noche para pedir formalmente al vicepresidente Mike Pence que despoje al presidente Trump de sus deberes invocando la 25a Enmienda. La votación se produce un día después de que los demócratas de la Cámara de Representantes presentaran un artículo de acusación acusando al presidente por su papel en incitar a una turba violenta de sus partidarios a asaltar el Capitolio, donde los alborotadores saquearon la sede del gobierno estadounidense y mataron a un oficial de policía del Capitolio.
La moción del lunes desencadenó un enfrentamiento de alto riesgo entre dos ramas del gobierno , ya que los demócratas de la Cámara presionaron a Pence para que interviniera. Si no lo hizo, los demócratas prometieron votar el miércoles acusando al presidente de «incitar a la violencia contra el gobierno de Estados Unidos».
El lunes, los republicanos se opusieron a aprobar por unanimidad la resolución, que pedía al vicepresidente que declarara a Trump «incapaz de ejecutar las funciones de su cargo y de ejercer inmediatamente sus poderes como presidente interino».
Trump también se reunió con Pence el lunes por primera vez desde su pelea la semana pasada por el esfuerzo del presidente por revertir las elecciones y el asalto de la mafia, que había puesto al vicepresidente en peligro.
Los dos hablaron durante una hora o más en la Oficina Oval en lo que equivalió a una tensa reunión cumbre de paz con el resto de la presidencia de Trump en juego.
Un funcionario de la administración que se negó a ser identificado hablando sobre la delicada situación dijo que los dos tuvieron «una buena conversación», pero no dijo si surgió el tema de la 25ª Enmienda.
La Cámara, sin embargo, planea moverse rápidamente, comenzando un debate sobre la resolución de juicio político el miércoles por la mañana y marchando hacia una votación al final del día a menos que Pence intervenga.
El vicepresidente ya ha indicado que es poco probable que obligue al presidente a hacerse a un lado, y nadie en ninguno de los partidos esperaba que Trump renunciara. Con eso en mente, los demócratas ya habían comenzado a preparar un informe de juicio político más extenso que documente las acciones del presidente y la destrucción que siguió para acompañar su acusación.
Confiaban en que tenían los votos para convertir a Trump en el primer presidente en ser acusado dos veces.
La campaña de juicio político se produjo cuando el presidente electo, Joseph R. Biden Jr., señaló más claramente que antes que no se interpondría en el proceso de juicio político, y les dijo a los periodistas en Newark, Delaware, que su enfoque principal era tratar de minimizar el efecto. un juicio que todo lo consumiría en el Senado podría tener en sus primeros días en el cargo.
Dijo que había consultado con los legisladores sobre la posibilidad de que pudieran «bifurcar» los procedimientos en el Senado, de modo que la mitad de cada día se dedicaría al juicio y la otra mitad a la confirmación de su gabinete y otros nominados.
