Los Tigres consiguieron su pase a la gran final de la Liga de Campeones de la Concacaf, venciendo 3-0 al Olimpia de Honduras con doblete de penal de André Pierre-Gignac incluido para tener una cuarta oportunidad de poder levantar el ansiado título internacional.
El juego se caracterizó por ser brusco y ríspido en su inicio, complicándole los hondureños la existencia dentro del campo a los nicolaítas que no encontraban pese a su dominio, una llegada clara.
En el primer aviso felino de la noche, una mano de Johnny Leverón intervino un disparo de Gignac que iba con dirección a gol, sin embargo, esta no se marcó por el silbante que no se dejó llevar por las quejas del equipo mexicano.
Los minutos pasaban y el balón parado, en especial los tiros libres, se convirtieron en el golpe fuerte de los regios, pero tanto el arquero Edrick Menjívar como la falta de puntería de Gignac, evitaron la caída del marco catracho.
Sobre el final del primer tiempo, los auriazules sufrieron la baja de Javier Aquino por una aparente lesión de la espalda, entrando al quite Raymundo Fulgencio como revulsivo de cara al tiempo complementario.
