Los kilos de más ponen a los niños en riesgo de desarrollar problemas de salud graves, como diabetes, enfermedades cardíacas y asma. La obesidad infantil también tiene un precio emocional, los puede llevar a tener una baja autoestima, una imagen corporal negativa e incluso a la depresión, según señala la organización HelpGuide.
No se trata de poner a los niños a dieta sino de ayudarlos a llevar una alimentación saludable que favorezca su desarrollo corporal y mental a la vez que les ayuda a evitar el sobrepeso.
Sé un modelo a seguir
Comenta a tu hijo sobre los alimentos saludables mientras los estás comiendo.
Cocina de forma saludable delante de tus hijos
Cuéntales lo que estás haciendo y en qué beneficia al cuerpo. Deja que te ayuden mientras cocinas, en actividades que sean adecuadas para su edad.
Programa horarios regulares para las comidas
Si los niños saben que solo obtendrán comida en determinados momentos, será más probable que consuman los alimentos.
Dales de comer arcoíris
Sirve una amplia variedad de frutas y verduras. Esto debe incluir rojo (remolacha, tomate), naranja (zanahorias, calabaza), amarillo (mangos, plátanos), verde (aguacate, brócoli, espinacas), etc.
La mayoría de los niños mayores de 4 años necesitan al menos 1½ tazas de fruta y 1 ½ a 2 ½ tazas de verduras al día.
Algunas opciones son uvas congeladas, brochetas de verduras o yogur helado con fresas. Sirve vegetales crudos como zanahorias baby, apio y pepinos y cocidos como el brócoli o coliflor al vapor.
Evita darles cereales de caja azucarados
La mayoría de los cereales procesados son ricos en azúcares agregados y tienen poca fibra. Foto: Aline Ponce/Pixabay
Muchos cereales de caja para el desayuno son ricos en azúcar agregado. Ofrece opciones saludables, como avena, fruta fresca, cereales integrales con alto contenido de fibra y bajo contenido de azúcar, y leche baja en grasa en lugar de cereales azucarados, rosquillas o pasteles tostados.
La Academia de Nutrición y Dietética sugiere ofrecer a los niños cosas sencillas pero nutritivas y saludables como huevos revueltos, con queso y salsa de tomate envueltos en una tortilla; yogur natural sin azúcar añadido al que le puedes agregar cereales integrales, fruta y nueces sin sal. También aconseja enseñar a los niños a hacer su propio batido.
Limita los jugos y refrescos
Los refrescos y bebidas de frutas contienen azúcares añadidos que podrían estar desplazando a las bebidas nutritivas. Un jugo puede tener la misma cantidad de azúcar que un refresco. Limita los jugos a un vaso pequeño al día. En su lugar, ofrece agua y leche natural.
Evita las carnes procesadas
Evita las carnes procesadas como el jamón, salami, tocino, mortadela y salchichas. Tienen alto contenido en sodio y tienen efectos negativos en la salud.
No prohíbas alimentos ni los uses como recompensa
Prohibir los alimentos solo aumenta el deseo de un niño por ese alimento. Opta por limitar el tamaño de la porción. Evita usar la comida como recompensa por buen comportamiento, puedes elegir pegatinas o permitir que el niño invite a un amigo a jugar.
Cuando comas fuera de casa elige responsablemente
Cuando acudan un restaurante busca las opciones nutritivas y saludables, lo mismo si pides comida para llevar o entrega a domicilio.
Comer sin pantallas
Comer sin distraerse en pantallas ayuda a los niños a concentrarse en su comida. Pregúntales qué se siente tener mucha hambre, un poco de hambre, sentirse cómodamente lleno e incómodamente lleno. Diles la importancia de escuchar las señales corporales internas.
Otras recomendaciones
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que no haya televisión en las habitaciones de los niños para reducir el tiempo de pantalla y promover hábitos de sueño saludables. Dormir mejor los ayuda a mantener un peso saludable y tener un mejor desempeño en la escuela.
Realiza actividades físicas en familia en la que los niños puedan unirse.
Establece límites en tiempos de ver televisión, así como uso de tabletas y videojuegos. También ayuda que tú tampoco pases demasiado tiempo frente al televisor. Involucra a los niños en las actividades que estás haciendo.
Evita las dietas restrictivas y los regímenes de ejercicio excesivo. Antes de poner a un niño a dieta se requiere consultar a un médico y dietista registrado.