«Es difícil no llorar pero el Pastor Rigoberto Nuñez nos enseño a ser fuertes, desde que le dieron la noticia de su enfermedad fue un hombre de fe y siempre le creyó a Dios», así inició su alocución Yolanda Arevalo amada esposa del Pastor.
«Nunca le escuché una queja , nunca le escuche un llanto…se fue en paz», agregó la Pastora.
«Siempre fue hombre de fe y nos enseñó que Dios es Dios y con él no se discute…amaba decir que Dios es bueno»,afirmó.
«Quiero que la gente sepa que predique el evangelio hasta el último suspiro de mi vida», le manifestó su esposo hace unos pocos días, confió la Pastora.
«Como familia estamos en paz y aceptamos la voluntad de Dios», cerró diciendo la Pastora Yolanda quien junto a sus hijas e hijos subieron al púlpito para agradecer a los presentes y todas aquellas personas que escucharon las prédicas del gran Pastor Rigoberto Nuñez.