Las calles de Puerto Príncipe se vieron este jueves llenas de gente protestando, enardecidas por la inseguridad y la violencia que se vive a diario. Esta situación se viene arrastrando desde hace tiempo y ha recrudecido la molestia de las personas.
Los secuestros son una situación que tiene alarmada a la población, las pandillas tienen el control y mantienen en zozobra a la ciudadanía. Ninguna persona está tranquila, todos son vulnerables de sufrir un secuestro.
Esta situación de protestas está vinculada a la situación política, ya que los opositores al gobierno del presidente Jovenel Moisés, levantaron barricadas e incendiaron cauchos. Entre las exigencias de las personas está la solicitud de modificación a ciertas faltas que la ley considera terrorismo.
Obstruir la vía pública puede acarrear una pena de entre 30 a 50 años de cárcel, algo desproporcionado. Sumado a una multa que puede llegar a los 2.8 millones de dólares. La represión a los opositores se evidencia en leyes y medidas muy radicales. A todo esto le agregamos que el parlamento cesó sus funciones en enero de este año.