La calle vieja que conduce a Tegucigalpa, como mayormente se le conoce entre los pobladores de Pimienta, Cortés, ha quedado completamente destruida por el imponente río Ulúa en la zona.
La reconstrucción de dicha carretera es necesaria, pues ha quedado intransitable luego de ETA e IOTA.
Por otra parte, los pobladores consideran que puentes a cercanía del sector por gracia de Dios no sucumbieron ante el desbordamiento del río.