Las comparaciones son odiosas y cuando hablamos del más alto nivel lo son aún más.
El Real Madrid y el Barcelona viven mundos opuestos en sus relaciones internas. Por supuesto que en todas las negociaciones hay tiras y aflojas, pero en el club blanco el diálogo es abierto y no existen enfrentamientos entre los dirigentes y los profesionales del fútbol y baloncesto. En el Barcelona el conflicto es grave desde hace mucho tiempo, con mensajes escritos o hablados de Messi, de Piqué y de otros jugadores que han criticado la actuación de la directiva en diversas índoles, empezando por el espionaje.
La dimisión de Bartomeu fue la consecuencia directa de un antagonismo.Contrariamente a lo que muchos creen, la reforma del Bernabéu no afecta a las cuentas del Real Madrid, porque se construye con un crédito sindicado a pagar en 30 años y con una cuota de 29,5 millones anuales que ni siquiera se tiene que abonar ahora, pues hay un periodo de carencia firmado de tres años y la primera letra de 29,5 millones se deberá satisfacer a partir del mes de julio de 2023
El Real Madrid ataca ahora la necesidad de aplicar una nueva reducción salarial, dada la ausencia de ingresos muy importantes por culpa del Covid-19, y propondrá a los primeros equipos de fútbol y de baloncesto, al Castilla y a los altos directivos del club una rebaja de sus emolumentos de entre el 10 y el 15 por ciento esta temporada, con la confirmación ya presumida de la pérdida de una campaña entera, la 2020-2021, dado el «cierre del negocio».
Se augura que será el mes de abril el punto de inflexión para la apertura del «negocio»: estadio, taquillas «merchandising» y tienda oficial. Eso significará que la empresa habrá sufrido sin ingresos todo este curso, desde el mes de julio hasta el mes de abril.cortesíabc.es

