Donald Trump, si pierde, no asumirá su derrota. Y se ve perdedor. Por eso el arma que le queda en el bolsillo es el de la impugnación. Los estados en los que los medios no han proyectado ganadores son Nevada, Arizona, Carolina del Norte, Pensilvania y Georgia. Hasta el momento, Biden lidera en Nevada y en Arizona, mientras que el presidente estadounidense lo hace en los otros tres. Pero con esas previsiones a Trump no le sirve para seguir siendo presidente.
En ese contexto, el equipo de Trump que ha presentado demandas intentando parar el conteo por presuntas irregularidades en Pensilvania, Michigan y Georgia. Además, ha solicitado que se vuelva a contar Wisconsin, donde Biden también se impuso ya en la noche del miércoles. Michigan, por otra parte, también apunta casi con total seguridad hacia el demócrata.
Según las últimas proyecciones Biden cuenta con 253 votos electorales de los 270 necesarios, Trump suma 214. Al demócrata, de esta forma, le vale con que se cumpla alguna de estas fórmulas. Con una victoria en Pensilvania, que reparte 20 votos electorales, el candidato demócrata conseguiría la presidencia. Lo mismo ocurriría con cualquier combinación que incluyera dos de los otros estados en disputa: Arizona (11 votos), Nevada (6 votos), Georgia (16 votos) y Carolina del Norte (15 votos). Lo más sencillo, sumando los que ya tiene, es que se dé la victoria en Arizona y en Nevada. Así, Biden se sentaría en el Despacho Oval.cortesía20minutos.es