Él, a través de su cuenta personal de la mencionada red social (@EliMcCann), contó que en 2017 su esposo (su novio en aquel entonces) decidió organizarle una simulación de su propio funeral para ‘celebrar’ su onomástico número 33.
Según explicó en el tuit publicado el 21 de octubre del presente año, ello fue porque “la gente no debería tener que morir para que sus amigos se reúnan y le digan que le quieren”. En diálogo con The Mirror, Eli sostuvo que Skylar Werterdahl le había dicho que iban a ir una cena. Tras llegar a la casa de un amigo, él se percató que todo estaba oscuro y que las personas estaban vestidas de negro, fingiendo que lloraban suavemente.
“Mi esposo tomó asiento de inmediato y un amigo con atuendo sacerdotal se puso de pie y les dio la bienvenida a todos a mi funeral”, dijo. Además, señaló que todos lo ignoraron por un tiempo como si fuera un fantasma.
En dicha ‘celebración’, hubo una presentación de fotos de Eli y se leyó un obituario. La madre del dueño del santo ayudó a hacer el programa. Después del servicio fúnebre, que duró unos 30 minutos, los invitados dejaron de ignorarlo y todo se volvió una fiesta regular. Él quedó encantado con el detalle.