Nueve personas murieron y 35 desaparecieron el viernes después de que las fuertes lluvias en El Salvador desencadenaron un devastador deslizamiento de tierra cerca de la capital, San Salvador, dijeron las autoridades.
“Es una tragedia”, dijo el ministro del Interior, Mario Durán, y agregó que nueve cuerpos fueron recuperados del camino del deslizamiento de tierra, que recorrió cuatro kilómetros (2.5 millas).
Hubo «una lluvia tremenda en la noche» , dijo. “Es impresionante tener 133 mm (cinco pulgadas) de agua, y generó un deslizamiento de tierra” que afectó a 135 casas, y 35 personas aún figuraban como desaparecidas.
Unos 300 bomberos, policías y militares participaron en la búsqueda de los desaparecidos, dijo el Ministerio del Interior.
“Nuestros equipos de búsqueda están recorriendo un área de cuatro kilómetros”, dijo Duran.
El ministro de Defensa, René Francis Merino, dijo que un equipo de perros de búsqueda y rescate del Ejército había sido desplegado en el lugar.
El torrente de agua, barro y enormes cantos rodados se estrelló por la carretera principal que une la capital con el norte del país hasta llegar a un barranco que atraviesa el centro de Nejapa, ciudad de 30.000 habitantes.
Dañó decenas de casas en Nejapa, a unos 15 kilómetros al norte de la capital, y mató al menos a dos personas allí, dijeron las autoridades.
“Sentí que la casa temblaba y temblaba, logré correr y le dije a mi familia ‘Fuera’”, dijo Miguel Angel Erroa, un agricultor de 61 años.
“No pude hacer nada. Mi esposa y un hijo mío llamado Vladimir están muertos, no pueden encontrarlo y tengo un hijo en el hospital ”, dijo Erroa entre lágrimas.
A su lado estaba su hijo Samuel, uno de los sobrevivientes del deslizamiento de tierra.
«Eso fue rápido. Pude rescatar a mis dos hijos, pero no pudimos hacer nada por mi hermano y mi madre ” , dijo.
Un sobreviviente de un deslizamiento de tierra busca entre los escombros de su casa pertenencias en Nejapa, El Salvador, el 30 de octubre de 2020 © AFP Yuri CORTEZ
El alcalde de la localidad, Adolfo Barrios, dijo que la tragedia debería impulsar una “revisión profunda de todo el modelo de desarrollo” que se está utilizando en el país.
Alrededor de 30 personas que buscaron refugio en una iglesia fueron evacuadas de la zona de desastre.
En 1982, un deslizamiento de tierra en las laderas superiores del mismo volcán destruyó 160 casas en la localidad de Montebello, matando a más de 300 personas.
