Un accidente de auto cambió su vida y durante todo este tiempo su padre no lo ha desconectado, manteniendo la esperanza de que despierte. Esta es una poderosa señal.
En ocasiones los lujos no nos salvan del desastre, un ejemplo de esto es el príncipe Al-Waleed de Arabia Saudita. En un accidente de automóvil quedó en estado vegetal, pues su carro se volcó y su cerebro sufrió serios daños.
Esto ocurrió en 2005, afortunadamente su padre cuenta con los recursos y desde entonces lo ha mantenido conectado, con la esperanza de ver a su hijo de pie.
Pues si bien no se ha levantado, las esperanzas han vuelto en su familia al ver movimientos constantes en sus manos. Una mujer le habló a un lado y pareció responder con este movimiento.
La última vez que se movió fue en 2015, rotando levemente su cabeza de un lado a otro, lo que emocionó demás a su familia.
Lamentablemente pareció ser un reflejo pues los movimientos no volvieron, pero esta ocasión es diferente. Se trata de algo constante y que parece responder a la voz de aquella mujer a su lado.
Esto sin duda alegra y da algo de calor al corazón de sus familiares, quienes intentan devolverlo.
Cabe resaltar que el accidente ocurrió cuando tenía tan solo 18 años, mientras estudiaba en Londres, Inglaterra. Esto nos dice que el príncipe Al-Waleed ha pasado casi la mitad de su vida en una cama, pero su cuerpo está en buenas condiciones.
Pero los accidentes parecen ser cosa de familia, pues su hermano también tuvo un accidente de tránsito. Afortunadamente salió ileso, pues sería un dolor inmenso tener a dos príncipes en la misma condición.
Por suerte, la familia del príncipe durmiente tiene una buena fuente de dinero: ha logrado pagar todo tipo de tratamiento experimental con tal de subir la posibilidad de sanarlo.
Esperemos que puedan encontrar la forma de traerlo a la vida, será un mundo distinto para él tras tanto tiempo desconectado pero podrá ser feliz. Es uno de los herederos más grandes de este país árabe, con inversiones en grandes empresas alrededor del mundo.
Es difícil ver que alguien que tiene tanto, no pueda disfrutarlo por estar postrado en una cama.
No nos imaginamos qué pasará por su mente, pero es probable que tenga muchas ganas de levantarse. Muchos sueños seguro le quedaron a medias, pues ahora que movió la mano, solo le falta mover el cuerpo con la misma intensidad.