Mary Fowler es una mujer de 104 años que desde marzo, cuando comenzó la pandemia provocada por el Covid-19, vive en la residencia Balfarg Care Home en Glenrothes, Fife, Escocia. Y el encierro, con la falta de visitas de su familia, la está consumiendo.
En un vídeo, publicado en Twitter, Mary ruega volver a ver a su familia, ya que las restricciones de visitas a causa del coronavirus la están «cortando en pedazos». Y es que hasta ahora, según lo que marcaba la normativa de la región, las visitas a las residencia han estado restringidas a un solo miembro de la familia, siempre el mismo, hasta un tiempo máximo de 30 minutos, en exterior o a través de una ventana. El 12 de octubre el gobierno escocés suavizó las medidas permitiendo la visita de hasta 6 miembros de la familia, siempre en exterior, en principio desde 30 minutos a 4 horas, aunque la media suele ser una visita de 1 hora, incluyendo la posibilidad de darse abrazos o tomarse de la mano si se cumplen las medidas de seguridad. Eso sí, siempre y cuando el centro esté de acuerdo y sea capaz de cumplir la norma.
Está claro que no ha sido el caso de la residencia de Mary, ya que en las imágenes pide ayuda para que la gente la ayude porque “necesita ver a sus hijos”. Afirma estar muy bien atendida allí, pero que la situación “Me está cortando en pedazos. Debo ver a mis hijos, porque se me está acabando el tiempo . Debo ver a mis hijos y hacer las cosas como antes». La mujer afirmaba querer mucho a su familia y estar en su derecho de volver a verla. “Por favor, ayúdame” concluía.
El vídeo ha sido publicado por Cathie Russell, que dirige el grupo de la campaña Care Homes Relatives Scotland, afirmando que Mary está » está al límite de su capacidad. Mary está desesperada por ver a sus bisnietos «. Russell se queja de que muchas personas mayores viven con la restricción a visitas breves de sus familiares en el patio o la ventana, superando las indicaciones propuestas por el gobierno de Escocia.
En un vídeo, publicado en Twitter, Mary ruega volver a ver a su familia, ya que las restricciones de visitas a causa del coronavirus la están «cortando en pedazos». Y es que hasta ahora, según lo que marcaba la normativa de la región, las visitas a las residencia han estado restringidas a un solo miembro de la familia, siempre el mismo, hasta un tiempo máximo de 30 minutos, en exterior o a través de una ventana. El 12 de octubre el gobierno escocés suavizó las medidas permitiendo la visita de hasta 6 miembros de la familia, siempre en exterior, en principio desde 30 minutos a 4 horas, aunque la media suele ser una visita de 1 hora, incluyendo la posibilidad de darse abrazos o tomarse de la mano si se cumplen las medidas de seguridad. Eso sí, siempre y cuando el centro esté de acuerdo y sea capaz de cumplir la norma.
Está claro que no ha sido el caso de la residencia de Mary, ya que en las imágenes pide ayuda para que la gente la ayude porque “necesita ver a sus hijos”. Afirma estar muy bien atendida allí, pero que la situación “Me está cortando en pedazos. Debo ver a mis hijos, porque se me está acabando el tiempo . Debo ver a mis hijos y hacer las cosas como antes». La mujer afirmaba querer mucho a su familia y estar en su derecho de volver a verla. “Por favor, ayúdame” concluía.
El vídeo ha sido publicado por Cathie Russell, que dirige el grupo de la campaña Care Homes Relatives Scotland, afirmando que Mary está » está al límite de su capacidad. Mary está desesperada por ver a sus bisnietos «. Russell se queja de que muchas personas mayores viven con la restricción a visitas breves de sus familiares en el patio o la ventana, superando las indicaciones propuestas por el gobierno de Escocia.