El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, recibió este domingo una bendición cuando asistía a un servicio religioso durante una etapa de la campaña electoral en Nevada.
Después de aterrizar el sábado por la noche en Las Vegas, el mandatario se reunió con centenares de fieles en una iglesia evangélica de la ciudad este domingo.
El pastor y los miembros de la congregación levantaron sus manos en el aire para bendecir a Trump durante el servicio en la Iglesia Internacional de Las Vegas.
Cuando la congregación abrió sus oraciones al presidente, se vio a Trump abriendo sus bolsillos mientras contaba dinero para hacer una ofrenda a la iglesia. En las imágenes se lo pudo ver mientras depositó varios billetes de 20 dólares en la cesta de donaciones.
Para Trump, la visita es un retorno a una iglesia que visitó como candidato en octubre del 2016. En esa oportunidad recibió una bendición en el altar visitó una escuela religiosa cristiana afiliada, donde habló con alumnos y promovió alternativas a las escuelas públicas tradicionales.
Si bien Trump ha hablado muy poco sobre su propia fe presbiteriana y rara vez asiste a la iglesia, es popular entre los religiosos evangélicos blancos y suele organizar eventos en la Casa Blanca con pastores de esa fe.
Gira frenética antes del segundo debate con Biden
Al igual que en 2016, el presidente -que busca un segundo mandato- realiza una frenética campaña en el terreno con varios viajes al día. Trump, que lucha por recuperar el terreno perdido, se encuentra en una furiosa gira por varios estados, con viajeseste domingo entre Nevada a California y luego de regreso a Nevada para un día de manifestaciones y recaudación de fondos, antes de trasladarse a Arizona el lunes.
En Nevada su contrincante demócrata Joe Biden le lleva una ventaja de cinco puntos.
El portavoz de la campaña de Trump dijo que antes del debate del 22 de octubre, el presidente republicano hará campaña todos los días Florida, con en medio viajes a Arizona y Carolina del Norte.
Trump va rezagado en las encuestas, tanto nacionales como en estados individuales, y ha redoblado sus esfuerzos de campaña desde que regresó a trabajar tras enfermarse de coronavirus.
El mandatario republicano además está en desventaja en cuanto a fondos de campaña. Al comienza tenía mucho más que Biden, pero su equipo incurrió enormes gastos. Biden fue más austero y se benefició de una ola de donaciones, tanto que llegó recaudar casi 1.000 millones de dólares los últimos tres meses.
Sin embargo, para movilizar a sus partidarios, Trump promete “una ola roja de una magnitud nunca antes vista”, en referencia al color que identifica a los republicanos.
