Tomar el sol a menudo nos ayuda a obtener vitamina D, que es fundamental para favorecer la asimilación del hierro y combatir la anemia ferropénica
¿Sabías que existen algunas formas naturales de prevenir y combatir la anemia ferropénica sin tomar suplementos de hierro? Pues sí, aunque no lo creas, es posible mejorarse sin hacer que la atención gire solamente en torno al consumo de suplementos de hierro.
A continuación te comentaremos más sobre la anemia ferropénica, sus causas, tratamiento y otros aspectos de interés. ¡Toma nota!
Anemia ferropénica: causas y tratamiento
La anemia ferropénica es una deficiencia de hierro que puede estar causada por distintas cuestiones. Según los expertos de Mayo Clinic, en adultos, las causas más comunes son:
- Embarazo.
- Pérdida de sangre.
- Falta de hierro en la dieta.
- Incapacidad para absorber el hierro.
Se suele decir que las menstruaciones abundantes son la causa más común en el caso de mujeres jóvenes, sin embargo, no es la única.
Este trastorno también puede ser un desequilibrio temporal por una necesidad mayor de este mineral como, por ejemplo, durante la adolescencia, el embarazo o la lactancia.
Tratamiento
El tratamiento común consiste en la administración de suplementos de hierro vía oral, dentro de una dieta equilibrada. Como indica el Doctor Evan Braunstein “para restablecer completamente las reservas férricas del organismo, los suplementos de hierro deben consumirse durante un periodo de aproximadamente 6 meses después de que el hemograma haya recuperado sus valores normales”.
A la par del tratamiento, será indispensable llevar una buena alimentación así como otros buenos hábitos de vida. Solo así el paciente podrá notar una verdadera mejoría.
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¿Cómo combatir la anemia ferropénica sin tomar hierro?
Aunque el tratamiento médico será esencial para lograr la mejoría, existen algunos métodos complementarios que podrían resultar útiles.
1. Terapia con agua
Según creencias, la hidroterapia (que es una terapia acuática revitalizante que aprovecha el agua a diferente temperatura y presión) podría ser un tratamiento coadyuvante para la anemia ferropénica. En concreto se cree que el agua estimularía la circulación y, como consecuencia, la fabricación de glóbulos rojos.
Si bien no existe evidencia científica que indique que esto es así, hay quienes se animan a probarlo. Para ello, se hacen baños templados de pies y brazos y baños fríos de pecho y espalda.
2. Folato
El folato forma parte de las vitaminas del complejo B. Así pues, está presente de manera natural en productos frescos. Sin embargo, existe otra forma de folato denominado ácido fólico, que se añade en alimentos fortificados y en algunos suplementos vitamínicos.
El folato se puede encontrar en: frutas (como la naranja), legumbres (como los frijoles) y partes de la res (especialmente el hígado). Por otra parte, el ácido fólico se encuentra en: harina de maíz (utilizada para hacer masa de tortillas) y en otros cereales y panes enriquecidos.
Entonces, llevando una dieta equilibrada, que incluya alimentos ricos en folato, es otra de las formas de combatir la anemia ferropénica.
3. Una ensalada al día
Muchas personas creen que para aumentar el hierro en la dieta deben aumentar el consumo de carne roja obligatoriamente. No obstante, esto no tiene por qué ser así.
Así que lo mejor que podemos hacer para superar la anemia ferropénica de manera saludable es incorporar una ensalada con ingredientes ricos en hierro, folato y otros nutrientes, a cada comida.
La ensalada puede constar de:
- Col.
- Pepino.
- Tomate.
- Pimiento.
- Zanahoria.
- Remolacha.
- Germinados.
- Frutos secos y semillas.
- Lechuga y diferentes tipos de hojas verdes (rúcula, berros, etc.).
4. El toque de limón
El hierro se absorbe mucho mejor junto con una fuente de vitamina C o ácido ascórbico. Por lo tanto, podemos tomar un suplemento de esta vitamina a diario o bien, acostumbrarnos a aliñar los platos siempre con un chorro de jugo de limón fresco para combatir la anemia ferropénica.
Otros alimentos ricos en vitamina C son:
- Kiwi.
- Perejil.
- Papaya.
- Acerola.
- Pimiento.
- Guayaba.
- Escaramujo.
- Frutos rojos.
- Frutas cítricas.
5. Cuidado con los lácteos
Del mismo modo que la vitamina C mejora la asimilación del hierro, la leche y derivados hacen el efecto contrario. Por este motivo, si tenemos anemia ferropénica, deberíamos reducir el consumo de estos ingredientes. O, por lo menos, consumirlos separados del resto de alimentos.
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6. Regular el ciclo menstrual
Si el déficit de hierro es consecuencia de unas menstruaciones demasiado abundantes, además de seguir los consejos anteriores, también deberemos consultar con el ginecólogo qué es lo más adecuado para regular el ciclo menstrual.
7. Tomar el sol
Uno de los remedios más sencillos y placenteros para prevenir y tratar la anemia ferropénica consiste en tomar el sol algunos días a la semana, con protección solar, por supuesto.
No obstante, no debemos tomar el sol sin protector solar, puesto que es un factor de riesgo que puede dañar la piel y la salud. Es importante adquirir este hábito siempre que sea posible, ya que una falta de vitamina D está relacionada también con este tipo de anemia.
¿Dudas? Consulta con tu médico
Existen muchas formas de combatir la anemia ferropénica. Las aquí propuestas deben ser consensuadas con un médico antes de ponerlas en práctica y nunca suspender un tratamiento.
Sin embargo, y como se ha dicho anteriormente, han sido altamente efectivas para muchas personas, aunque la ciencia sigue investigando algunas de ellas.