La palabra récord está poco a poco perdiendo su significado cuando se aplica a los incendios de las últimas semanas en California. La cifra total de hectáreas quemadas superó las 800.000 en el recuento de este martes por la mañana, el récord en toda la historia del Estado en un solo año. Los fuegos se multiplican cuando además California se cuece bajo una ola de calor. Woodland Hills, un suburbio del norte de Los Ángeles, registró el domingo 49,4 grados centígrados, más que Arabia Saudí, la temperatura más alta medida nunca en el condado de Los Ángeles.
El récord de hectáreas quemadas (el anterior fue en 2018) se marca además cuando la temporada clásica de incendios acaba de comenzar. Septiembre suele ser el mes más caluroso y los incendios más peligrosos suelen producirse entre este mes y diciembre, cuando empiezan a bajar las temperaturas. Ni siquiera han empezado las fuertes rachas de viento (llamadas vientos de Santa Ana o vientos del diablo) que ponen en alerta a California alrededor del mes de octubre todos los años. La previsión del servicio estatal meteorológico es que los vientos comiencen esta misma semana. La agencia antiincendios CalFire emitió una alerta roja ante lo peligroso de la situación.
Los equipos de emergencia estatales combatían 13 incendios activos el martes por la mañana, además de otros pequeños fuegos locales. El más preocupante era el llamado incendio Creek, en las montañas al noreste de Fresno. El fuego ha quemado 58.000 hectáreas en una zona boscosa. Lleva tres días ardiendo y el martes por la mañana estaba completamente fuera de control.