A contracorriente, opuesto a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud y casi todos los gobiernos del mundo, el propietario de un bar deportivo en la localidad de West Melbourne, en el centro-este la Florida, ha decidido que sus clientes no tienen por qué usar la mascarilla para evitar enfermarse y propagar el COVID-19.
Pero hay más: Gary Kirby, dueño del Westside Sports Bar and Lounge, no se muerde la lengua y asegura que, aquellos consumidores que se empeñen en llevar este medio de protección serán conminados a abandonar el local.
El pasado 11 de septiembre, Kirby colocó un letrero en la puerta principal de su bar, que decía: “Prohibidas las máscaras”.
De acuerdo con un reporte de la televisora local WESH 2, con sede en Daytona Beach, del cual Business Insider se ha hecho eco, el hombre sostuvo que le parecía “completamente innecesario portar máscaras faciales”.
“No las apoyamos, no creemos en ellas”, afirmó, a tono con la política de su ciudad, enclavada en el condado de Brevard, donde no se ha impuesto la regulación sobre las máscaras para los negocios.
“Personalmente no estoy de acuerdo con eso [las regulaciones en buena parte del país sobre el uso obligatorio de la mascarilla]. Por eso tomé la decisión de… no los quiero aquí”, manifestó luego en una entrevista con Fox 35 Orlando. “Esto está obstaculizando nuestro estilo de vida tal como lo conocemos”.
Hasta el 19 de septiembre, se habían producido en Florida 677,652 casos de contagio del coronavirus, así como 13,224 fallecimientos, según The New York Times. Por eso las autoridades sanitarias continúan llamando a toda la ciudadanía a usar mascarillas faciales para detener la propagación de esta epidemia que se ha cobrado la vida de casi 200,000 personas en todo el país.
Recomendación, no obligación de usar mascarilla
Don Walker, director de comunicaciones del condado de Brevard, aseguró para Fox News que se alentaba a todos los residentes en West Melbourne a guiarse por las recomendaciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), pero recordó que no existe una obligatoriedad legal sobre el uso de mascarillas sanitarias.
Por su parte, el alcalde de West Melbourne, Hal Rose, criticó la filosofía de Gary Kirby que no aceptar en su bar a personas con medio rostro cubierto, pero admitió que el propietario está en todo su derecho dentro del local.
“Es el derecho del dueño de un negocio privado dictar lo que quiere de puertas para adentro. No apoyo la filosofía, pero es su derecho”, enfatizó.
Por último, el propio Kirby reconoció que, aunque no aprueba el porte de mascarillas dentro de su bar, sí está tomando todas las medidas de limpieza recomendadas, así como haciendo cumplir el distanciamiento social.
El establecimiento dispone de un portero que contabiliza la cantidad de personas que ingresan y ha realizado miles de controles de temperatura, sin que se haya producido ni un solo caso positivo de coronavirus.
“Estoy de acuerdo en que hay un virus, con una tasa de muerte del 1%. Siento que estadísticamente tenemos la misma probabilidad de ser atropellados por un tren”, declaró Kirby para el Florida Today.
Un intento de robo en el local
Si algo llevó a este propietario a impedir la entrada de personas con máscaras sanitarias fue un intento de robo que se produjo en el interior del local sin que aún se haya detenido al culpable.
El pasado 7 de agosto, las cámaras de vigilancia revisadas por la policía captaron el momento en el que un sujeto con una mascarilla y una gorra de béisbol ingresó al bar de Kirby y sustrajo una cantidad de dinero no especificada, según declaraciones del sargento Graig Erenstoft, del Departamento de Policía de West Melbourne.
Desde entonces, y frustrado ante el paso de los días y la ausencia de una respuesta por parte de la policía, Kirby decidió que nadie volvería a entrar en su establecimiento sin el rostro descubierto del todo.
La propia policía le habría comunicado que, en estos tiempos, “los delincuentes le están sacando provecho a la obligatoriedad del porte de la máscara en casi todo el país para salirse con la suya”.
Las reacciones ante la nueva política impuesta por Kirby han sido diversas. Estas van desde las malas críticas en internet sobre su establecimiento, escritas por clientes provenientes de Texas y California, hasta las amenazas de muerte.
También ha recibido el apoyo de muchos usuarios de Facebook.
“Recibo mensajes en mi Facebook que dicen: ‘Oye, hay fútbol, vamos a ver el partido’”, concluyó.