En Costa Rica, el país con el mejor sistema educativo de Centroamérica, se están cerrando escuelas: en promedio, nueve centros de educación primaria al año en lo que va de la década.
No es, sin embargo, por falta de profesores ni de recursos: lo que les falta a cada vez más colegios ticos son alumnos.
Efectivamente, en los últimos 10 años el presupuesto del Ministerio de Educación Pública (MEP) de Costa Rica se duplicó y actualmente equivale al 7,4% del PIB.
Se trata del promedio más alto entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), «el club de los países más desarrollados del mundo» al que el país centroamericano está a punto de ingresar.
Pero la caída de la natalidad ha ido reduciendo el número de niños en edad escolar, y con ellos el número de los que asisten a la escuela.
En el curso lectivo de este año, por ejemplo, en las primarias costarricenses se matricularon 21.288 niños menos que en el de 2010 y casi 70.000 menos que en el primer año del siglo.
Y según un reciente informe de auditoría citado por el diario costarricenseLa Nación, la tendencia ya obligó al cierre de 92 escuelas públicas entre 2010 y 2019, y el MEP tiene previsto cerrar cuatro más este año.
Otros 30 centros educativos públicos tienen un único estudiante y 616 escuelas tienen menos de 10 alumnos.cortesíabbc