Con una imagen impactante, de lo más reveladora, y un contundente mensaje. Así ha anunciado hace apenas unos minutos Antonio Banderas que ha superado la infección de coronavirus que le ha mantenido aislado en su casa. El actor ha querido compartir con todos sus seguidores esta buena noticia y lo ha hecho de la manera más original posible. En la fotografía que ha hecho pública, aparece rodeado de ‘virus’ y deshaciéndose de ellos mientras les da una patada. Una manera muy gráfica de dejar claro que ya está completamente curado.
Por si esto fuera poco, Antonio Banderas ha indicado, que después de 21 días de «disciplinado confinamiento, puedo decir que he superado la infección por COVID-19. Estoy curado. Va mi pensamiento para aquellos que no lo consiguieron y para los que lo han pasado peor que yo. Ánimo para todos los que están en mitad de la lucha». Nada más difundir su mensaje, han sido muchos los followers que se han alegrado públicamente de su pronta recuperación. Entre ellos, rostros conocidos como Miguel Torres, pareja de Paula Echevarría.
El intérprete malagueño dio positivo hace casi un mes. Fue esta la razón de que tuviera que ausentarse de la gala Starlite de Marbella, de la que es anfitrión y en la que iba a recibir, además, un premio por su labor solidaria. Tampoco pudo celebrar su cumpleaños como a él le hubiera gustado. Tuvo que hacerlo confinado en su casa. Aunque se encontraba bien, «solo un poco más cansado de lo habitual», quiso seguir al pie de la letra las instrucciones y recomendaciones de las autoridades sanitarias. Aprovecharé este aislamiento para leer, escribir, descansar y seguir haciendo planes para comenzar a darle significado a mis recién estrenados 60, a los cuales llego cargado de ganas y de ilusión», comentó entonces.
En todo este tiempo de convalecencia, el malagueño ha contado con la mejor ayuda posible: la de su pareja, Nicole Kimpel. Ha sido la holandesa la encargada de cuidarle como si de una auténtica enfermera se tratase. Eso sí, lo ha hecho respetando el aislamiento. Así, ideó un servicio de habitaciones muy peculiar y exclusivo en el que los manjares no entraban por la puerta, sino por la terraza de su casa.