Con el objetivo de rastrear los orígenes del coronavirus, un grupo de científicos tailandeses ha visitado varias cuevas en el país para atrapar varios ejemplares de murciélagos y estudiarlos detenidamente. La COVID-19, que ya acumula más de 22 millones de casos en el mundo, ha sido transmitida por animales y son los murciélagos de herradura del sur de China los que han presentado más coincidencias.
El objetivo de estos expertos era coger a varios ejemplares de este mamífero, tomar muestras de saliva, sangre y heces de cada uno de ellos (han sido unos 200 de tres cuevas diferentes) y después volver a liberar a estos animales.
El proceso, que ha llevado un par de días completos, pretende comprender mejor los patógenos transportados por los murciélagos. La investigadora principal del proyecto considera probable que encuentren en los ejemplares de Tailandia el mismo virus que causa la covid, por lo que este estudio sería de gran utilidad para arrojar luz a una pandemia de la que de momento se desconocen muchas cosas.
