El Departamento de Agricultura de Estados Unidos confirmó el lunes los primeros casos de coronavirus en visones en el país, luego de que se registraron brotes en Europa.
Se han identificado cinco visones infectados en dos granjas grandes de Utah, anunció el Departamento de Agricultura. Las pruebas se realizaron luego de que las granjas reportaron unas tasas de mortalidad inusualmente altas entre los pequeños animales, los cuales son criados para usar su pelaje en abrigos y otras prendas.
Las granjas de visones de Utah también han reportado casos de coronavirus entre los trabajadores. Los humanos infectados pueden propagar el virus a los animales durante el contacto cercano, pero no hay evidencia de que los animales pasen la enfermedad a los humanos, señalaron las autoridades, que abrieron una investigación sobre cómo llegó el virus a las granjas.
Las granjas afectadas de Utah fueron puestas en cuarentena para frenar la propagación del coronavirus. El estado es uno de los principales criadores de visones del país, comentó el veterinario estatal, el doctor Dean Taylor.
Los científicos creen que el coronavirus que infectó en un principio a unas personas en China provenía de una fuente animal, probablemente de murciélagos, y posteriormente fue propagado de persona a persona.
Algunos animales, como gatos y perros, han contraído el coronavirus de humanos, luego de que se propagó en todo el mundo.
Los científicos están estudiando brotes en Dinamarca, España y Holanda, y exploran la posibilidad de que los trabajadores podrían haberse contagiado de los visones y, de ser el caso, qué grado de amenaza podría representar ese tipo de transmisión.
Más de un millón de visones fueron sacrificados en las granjas holandesas a causa de brotes de coronavirus para evitar la propagación de la enfermedad. No hay planes parecidos en Utah, señaló Taylor. Las autoridades estatales instruirán a los operadores sobre las medidas de bioseguridad para ayudar a prevenir la propagación futura, comentó.
En la mayoría de las personas, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos que desaparecen en de dos a tres semanas. Pero también puede provocar neumonía, e incluso la muerte, en algunas, sobre todo en adultos mayores y gente con enfermedades preexistentes.