China acaba de inaugurar el puente de cristal más largo del mundo. La impresionante infraestructura, que ha entrado en el Libro Guinness de los Récords, tiene 526,14 metros de longitud y mide seis de ancho, aunque lo más increíble es que permite el paso de los coches. Eso sí, solamente como atracción turística y no para el tráfico.
El puente se levanta a 100 metros de altura sobre las Tres Gargantas de Huangchuan, un impresionante paisaje situado en la provincia sureña de Guangdong por el que cruza el río Lianjiang. Está compuesto de tres capas de vidrio laminado de 4,5 centímetros de espesor cada una y con un 99,15% de transparencia, lo que permite disfrutar de unas vistas maravillosas.
La pasarela ha tardado más de tres años en construirse y su presupuesto total ha superado los 43 millones de dólares (unos 37 millones de euros). Dispone de cuatro miradores en su parte central capaces de aguantar el peso de unas 500 personas al mismo tiempo.