Una mujer de 25 años residente en Japón llevaba varios días con molestias en la garganta cuando decidió acudir al médico. Cuando procedieron a explorarla, en el Hospital Internacional St. Luke’s de Tokio donde la atendieron identificaron rápido al causante de su malestar. Se trataba de un gusano de 3,8 centímetros de longitud. Según informa CNN, la joven explicó a los doctores que cinco días atrás, cuando comenzaron los síntomas, había comido sashimi.
La hipótesis es que el gusano instalado en la amígdala de esta mujer llegó allí tras ingerir esta el pescado crudo. Una afección que no es tan rara en Japón y que cada vez es más frecuente en países europeos debido a la extendida afición a la comida japonesa fuera de sus fronteras.
Según el estudio del caso publicado por la Sociedad Estadounidense de Medicina e Higiene Tropical y recogido por la citada cadena, el encontrado en la garganta de la mujer era de color negro y cuando lo localizaron estaba instalado en la amígdala izquierda y aún se movía. Para sacarlo usaron una pinzas quirúrgicas y los síntomas (dolor de garganta principalmente) remitieron tras su extracción.
Una vez sacado el intruso, se le realizaron unas pruebas de ADN cuyos resultados determinaron que se trataba de una larva de Pseudoterranova azaras en su cuarta etapa. La Pseudoterranova azaras es una lombriz parasitaria que suele llegar al ser humano en forma de larva y a través de la ingestión de pescados poco cocinados o crudos. El estudio publicado hace unos días calcula más de 700 casos en Japón, países del Pacífico Norte, Suramérica y Países Bajos.
Los expertos mantienen que la forma más efectiva de evitar contraer la anisakiasis, enfermedad provocada por comer pescados o mariscos contaminados, es cocinarlos bien para matar al parasito y la congelación previa de los alimentos. Un informe de 2017 publicado en BMJ Case Reports y recogido por CNN, asegura que el número de casos en todo el mundo va en aumento.
Con motivo de la publicación de dicho estudio, su autora principal y doctora del departamento de gastroenterología del Hospital de Egas Moniz en Lisboa (Portugal), Joana Carmo, recordó que “el anisakis puede infectar el salmón, el arenque, el bacalao, la macarela (o caballa), los calamares, el halibut (o fletán) y el pargo”.
Hace dos años, en 2018, hubo un caso concreto de un hombre de Fresno, en California, que alcanzo cierta resonancia a nivel internacional debido a las dimensiones del gusano que encontraron alojado en su intestino y que le había perforado el estómago. Una vez se lo extrajeron, comprobaron que medía más de 1,5 metros de largo. El paciente, que no fue identificado para mantener su anonimato, reconoció que comía pescado crudo casi a diario y que el sashimi de salmón era su plato favorito.
En CNN recuerdan que el primer caso documentado que se encuentra en la bibliografía científica en referencia al anisakis data de 1960 en los Países Bajos. Aquel paciente fue diagnosticado con “la enfermedad del gusano de arenque”.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición cuenta con una guía online sobre qué es y cómo puede evitarse contraer el anisakiasis. En ella recuerda que “solo se puede contraer si se come pescado o cefalópodos parasitados crudos o sometidos a preparaciones que no matan al parásito”.