Estados Unidos ha registrado en los últimos días un crecimiento record de casos de coronavirus. En el país ya se han reportado más de 2,600,000 casos positivos y cerca de 128,000 muertes, según las estadísticas más recientes “La ventana de oportunidad para frenar” la pandemia “se está cerrando”, ha advertido el secretario de Salud.
El gobernador de California, Gavin Newsom, ordenó este miércoles el cierre parcial de restaurantes, cines, teatros, zoológicos y otros negocios que operen en ambientes cerrados en 19 de los 58 condados del estado, durante al menos tres semanas.
Newsom explicó que el cierre se limita solo a las operaciones al interior de los locales, por lo que aquellos que cuenten con terrazas o que atiendan en lugares abiertos, podrán seguir funcionando.
Además, los bares deberán cerrar completamente, dijo Newsom, en un esfuerzo por contener el alarmante aumento de casos de contagio del coronavirus.
El gobernador también ordenó el cierre de todos los estacionamientos de las playas del estado durante el fin de semana del 4 de julio y solicitó a los condados más afectados no realizar espectáculos de fuegos artificiales.
«El COVID no se detiene el 4 de julio. Eviten las aglomeraciones. No se reúnan con personas distintas a aquellas con las que viven», escribió Newsom en Twitter. Además, llamó a utilizar mascarilla y mantener el distanciamiento social.
California registró más de 7,500 nuevos contagiados en la última jornada, para un total de 232,000 enfermos a lo largo de la pandemia, siendo el segundo estado más afectado después de Nueva York.
En este estado, el gobernador Andrew Cuomo decidió ponerle una pausa al plan de reapertura que justamente coincidía con el permiso a restaurantes para atender clientes al interior de los recintos.
Según explicó, la fase 3 del plan no incorporará el permiso de funcionamiento de restaurantes cerrados solo en la ciudad de Nueva York, que donde se podrían generar más casos debido a su densidad poblacional.
Cuomo, que ha celebrado cómo su estado logró disminuir la cantidad de contagios luego de ser el más afectado por la pandemia, advirtió que «hay nubes de tormenta en el horizonte».
Uno de los espectáculos de pirotecnia más grandes de los que se tenga memoria está preparando el gobierno de Donald Trump en Washington D.C., pese a la oposición de la alcaldesa de la ciudad que asegura que los planes de celebración del 4 de julio van en contra de las recomendaciones de los servicios de salud en medio de la pandemia del coronavirus.
De acuerdo a la programación entregada este miércoles por el Departamento del Interior (DOI, en inglés), más de 10,000 fuegos artificiales serán lanzados durante 35 minutos en un área que abarca más de una milla de longitud, y podrá ser visto desde los distritos de D.C y Northern Virginia. Este show comenzará a las 9:07 pm del día sábado.
Además, el DOI informó que se realizará un desfile aéreo por sobre el National Mall, de aeronaves de la época de la Segunda Guerra Mundial y otras más modernas como las usadas por los equipos de acrobacias Thunderbird, de la Fuerza Aérea, y Blue Angels, de la Armada.
En una rueda de prensa esta mañana, la alcaldesa de D.C., Muriel Bowser, dijo que le comunicaron a las autoridades del DOI que esta programación iba en contra de las disposiciones de los expertos de salud, en relación a la pandemia.cortesíatelemundo.com
