Pese a que las playas del paradisíaco Caribe mexicano aún están cerradas para evitar la propagación del coronavirus, algunos turistas han comenzado a pisar sus blancas arenas aprovechando la inusual poca concurrencia y los precios atractivos.Imagen de archivo de una playa vacía después de que las tasas de ocupación de los hoteles cayeron drásticamente, debido a las medidas para contener la propagación del coronavirus en Cancún, México. 2 de abril de 2020. REUTERS / Jorge Delgado
En un intento por reactivar el estratégico sector turístico, algunos hoteles del idílico Cancún abrieron esta semana bajo estrictas medidas higiénicas y el aeropuerto empezó a recibir vuelos desde varias ciudades de Estados Unidos, donde las muertes relacionadas con el virus han superado las 112,000 y los contagios rebasan los dos millones.
“Estamos emocionados, vamos a disfrutar de la playa” dijo el jueves Marshall Snore, un importador estadounidense de frutas de 36 años tras llegar al aeropuerto de Cancún para pasar seis días, agregando que no tiene miedo a contagiarse porque está tomando medidas para evitarlo como lavarse las manos.
“Me siento totalmente seguro, viajé con mi esposa e hijos. Es genial, no hay multitudes, es muy conveniente y es asequible”, dijo el hombre que realiza su quinta visita al idílico destino de aguas turquesa, uno de los más concurridos del país tanto por locales como extranjeros.
No obstante, el gobernador de Quintana Roo, donde está Cancún, dijo hace un par de días que las playas aún no serán abiertas al público, pero que espera hacerlo en “breves semanas”.
“La playa es un tema de esparcimiento, en este momento lo más importante es reactivar la economía del estado, pero tenemos que mantener cuidado en la salud de nuestra gente. No podemos permitir que en este momento haya contacto entre las personas”, dijo esta semana el funcionario.
Precisó que se les ha indicado a los hoteles frente al mar que los visitantes no ingresen en grupos a la playa sino de forma individual.
Unos pocos restaurantes han comenzado a abrir bajo estrictas medidas sanitarias, con meseros usando caretas o máscaras y guantes. Pero aún, el otrora agitado Cancún, preferido de los “spring breakers” estadounidenses, está lejos de lograr su vibrante actividad.CORTESÍAREUTERS