La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, defendió este miércoles las acciones de los policías que dispersaron este lunes a los participantes de una protesta contra la violencia policial en Washington.
«No se utilizó gas lacrimógeno, no se utilizaron balas de goma […] A los manifestantes se les dijo tres veces por altavoz que tenían que irse», dijo McEnany durante una conferencia de prensa y aseveró que los participantes de la acción «se volvían cada vez más rebeldes».
«Se lanzaron proyectiles a los agentes. Se lanzaron botellas de agua congelada a los agentes y otros proyectiles y los agentes no tenían otra opción en aquel momento que actuar y asegurarse de que estaban a salvo y que el perímetro se moviera hacia atrás, porque, como todos nosotros sabemos, una iglesia ardía precisamente en esa zona la noche anterior. Por eso se adoptaron las medidas apropiadas», declaró.