El gato Leo, mascota del sacerdote británico Robert Willis, decano de Canterbury, osó interrumpir el sermón ‘online’ que su dueño estaba transmitiendo en vivo. El intrépido felino de color negro apareció en medio de la transmisión, dio unos pasos decididos hacia la autoridad eclesiástica y desapareció debajo de su larga sotana.
Willis, sin embargo, no se inmutó por la inesperada incursión y continuó con su sermón. Un portavoz de la catedral de Canterbury comentó a los medios locales que tienen tres gatos más y que Leo es «muy amigable y feliz (si bien no el más brillante de los cuatro)».
El felino participa en la vida religiosa de manera activa desde marzo, uniéndose a las transmisiones diarias. «Con más de 20.000 visitantes al decanato y sus jardines cada año —y más de 1,5 millones a la catedral—, está acostumbrado a estar en la mira. Y al haber nacido en el decanato y crecido aquí, está muy acostumbrado a la compañía», explicó el vocero.
Leo ama socializar con los peregrinos y visitantes y «se toma muy en serio su papel de embajador», aunque en tiempos más tranquilos se va a dormir a algún lugar acogedor o se tumba al sol en los jardines, contó el portavoz de la catedral.
