Pese a que fue negociado por ellos mismo, como un «duro golpe» califican los empresarios de San Pedro Sula el incremento al salario mínimo que entró en vigencia a partir de este mes de enero.
Lamentan que las bajas en la venta,el incremento a la energía eléctrica, de otros servicios públicos mas el pago obligado de tributos hacen que este incremento del salario mínimo a los empleados sea como un «gancho al hígado» a los estados de balances de las empresas , en especial para la pequeña y mediana.
«Sin embargo habrá que hacer el esfuerzo y pagarlo por que es ley», manifiestan los empresarios.
Por su parte los trabajadores son del criterio que el mismo es apenas un aparte de lo que los empleados se merecen, criticaron que los porcentajes de aumento son muy bajos y que el código del trabajo deja muchas lagunas donde se deja por fuera a los empleados no organizados a merced de la voluntad de los empresarios.ER