Evo Morales llamó el sábado a un diálogo político para superar semanas de violentas protestas en las calles contra los resultados de una disputada elección presidencial, a las que se sumaron policías con demandas salariales, motines y dejando la custodia de la casa de gobierno en La Paz en señal de descontento.
El mandatario formuló su convocatoria a los cuatro partidos que resultaron con mayor votación en los recientes comicios y, según dijo, “con agenda abierta para pacificar Bolivia”, al tiempo en que pidió a la comunidad internacional acompañar el proceso.
La declaración de prensa la hizo desde un aeropuerto militar en La Paz poco después de que la guardia policial abandonase la protección de la casa presidencial en medio de un motín de policías en varias ciudades, que tensó aún más la crisis y los esfuerzos del presidente de estabilizar la nación.
El pedido de diálogo también ocurre en momentos en que la Organización de Estados Americanos (OEA) realiza una auditoria electoral a los comicios a pedido del gobierno y ante sospechas de fraude por parte de la oposición. El resultado del informe se conocería la próxima semana.