Un bebé nació en un parto prematuro a mediados de septiembre y por esta condición sus médicos dictaminaron que había muerto durante el parto.
Cuando trasladaron el cuerpo a la morgue, lo dejaron allí cerca de diez horas, donde permaneció rodeado por bajas temperaturas y ninguna vigilancia.
Momentos después, personal de limpieza del Hospital Carlos Lanfranco La Hoz, en Perú, se percató del error al escuchar el llanto del pequeño, por lo que dieron aviso para llevarlo a pediatría, pero no fueron escuchados.
La muerte del niño se supo cuando un fiscal entró a la morgue buscando otro cuerpo y descubrió al bebé con vida, por lo que fue llevado de urgencia a donde los médicos, quienes no pudieron hacer nada para salvarlo debido a las condiciones que había enfrentado tras su nacimiento.
«Es algo que no puedo superar, ¿cómo mi hijito ha podido sobrevivir tantas horas solito? Ninguna autoridad del hospital me ha explicado por qué no se atendió a mi hijito. ¿Por qué no se lo ayudó? Voy a seguir hasta lo último”
Dijo su madre.
Las últimas atenciones las recibió en el Instituto Nacional de Salud del Niño. Pesaba tan solo 780 gramos, no tenía cobijo y no había recibido las atenciones adecuadas, pues se creía no tenía vida. La causa de muerte fueron las bajas temperaturas de la morgue.
Según información de la Fiscalía del distrito, se realizará una investigación a la institución médica donde nació el menor para determinar al responsable de esta negligencia médica.
