Un gran motín de elementos policiales resguardarán el partido amistoso entre Honduras y Puerto Rico a disputarse este jueves por la noche.
Desde la una de la tarde se cerraron las puertas del estadio en donde 586 agentes policiales están atentos a lo que pueda pasar para brindarle la debida seguridad a la afición hondureña y puertorriqueña que asista al Estadio Nacional Tiburcio Carías.
Únicamente las famosas bubucelas son los únicos objetos que si podrán pasar con los aficionados al estadio, ya que la Policía Nacional decidió que por seguridad de todos cualquier artefacto explosivo y demás para celebrar no se permitirá en el interior del estadio este día. SA
